Métodos de desinfección para hostelería profesional

Con la amenaza del coronavirus todavía en el horizonte, las restricciones en el uso de los locales y el miedo generalizado, el sector horeca se enfrenta a un momento complejo en el que hay que repensar las prácticas y los modelos que se habían seguido hasta ahora.

Aunque el futuro a largo plazo aún es incierto, está claro que una de las claves para la hostelería actual es redoblar la preocupación por la higiene, ya que los locales de hostelería son lugares que congregan a grandes cantidades de personas en un espacio reducido y por lo tanto corren el riesgo de convertirse un foco de contagio. Garantizar la protección de la clientela y les trabajadores no es solo un imperativo ético o legal para ayudar a contener los contagios; sino que, además, proyecta una imagen de confianza que resulta especialmente atractiva en un momento tan marcado por el miedo.

Los métodos para mantener desinfectado tanto el entorno de trabajo como el de contacto con el público son muy numerosos y dependen de las características del local, y sería inútil hacer un inventario general de todos ellos. Algunas de las opciones que ofrecemos en Webmenaje son las siguientes:

• Geles y lociones hidroalcohólicos. Conocidos por su alto poder desinfectante y un uso sencillo y sin residuos, ya que se evaporan al contacto con el aire. Permiten que clientes y trabajadores mantengan las manos limpias mientras manipulan los alimentos, utilizan los cubiertos o se llevan la comida a la boca. Están disponibles tanto en botes pequeños con dispensador, como en garrafas de 5 litros para recargarlos de forma más económica.

• Dispensadores de gel automáticos. Más cómodos y seguros que los dispensadores manuales, permiten limpiarse las manos sin necesidad de contactar con un bote utilizado por otras personas. Su funcionamiento por batería, sin necesidad de instalaciones eléctricas, permite colocarlos en cualquier lugar de forma tanto permanente como provisional.

• Lámparas desinfectantes. Emiten ondas ultravioletas de una longitud específica (UCV) que destruyen la mayoría de los microorganismos a su alcance, tanto virus como hongos y bacterias. Se trata de un complemento ideal para el resto de tareas de limpieza, y puede utilizarse para que desinfecte automáticamente una vez ha terminado la jornada.